¿Ciudades grandes o ciudades pequeñas?

lunes, 25 de noviembre de 2013

Manual de imagen urbana para manifestantes en plantón

Una sociedad que se manifiesta es el resultado de demandas insatisfechas, promesas incumplidas, es la muestra de su madurez y de su derecho de replicar ante decisiones arbitrarias y autoritarias. Una manifestación que ocupa el espacio público para exponer sus demandas por un tiempo indefinido es el reflejo de una protesta que no tiene sentido.

Plantón en contra de la Reforma Educativa.
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 2013.
El éxito de una manifestación en nuestros días tiene mucho que ver con la innovación, cualquier intento de manifestarse sin cumplir esta condición está condenado al fracaso. El espacio público ha sido el lugar idóneo para manifestarnos hoy en día, sin embargo la falta de argumentos ha hecho que las manifestaciones actuales sean centro de atención más por el tiempo que llevan ocupando un espacio, que por el motivo por el cual protestan. Las manifestaciones ocurren en las ciudades; muy, pero muy raramente veremos una manifestación ocurrir en las zonas rurales; es así que tenemos que ver a la ciudad como un ente con vida, y sus espacios públicos como órganos de importancia vital para su sobrevivencia. Pero, ¿de quién es el espacio público?, me quedo con una respuesta, es de la democracia.

El espacio público es el lugar simbólico en que ciudad, democracia y política se encuentran. Jordi Borja menciona que a partir de estos espacios se puede relatar y comprender la historia de una ciudad, siendo así, son el lugar por excelencia de las manifestaciones sociales de todos los tiempos, el espacio público es testigo mudo del paso de una sociedad invisible a una sociedad que demanda hacerse visible y presente.

Toda manifestación tiene una razón de ser, un objetivo, y habrá una sociedad que la apoyará y saldrá a las calles a expresar su opinión. Aristóteles decía que “la unidad no es objeto de la ciudad porque esta es pluralismo”, y es así como les comparto estos puntos a considerar si su intención es ocupar el espacio público por un tiempo indeterminado:

1.    Entendamos por espacio público a: banquetas, calles, avenidas, vías de circulación, paseos, pasajes, parques, plazas, jardines, áreas verdes urbanas y forestales, puentes, túneles, pasos subterráneos, fuentes, áreas recreativas, monumentos escultóricos entre otros.

2.    El espacio público será el punto de concentración de toda manifestación en que la sociedad dará a conocer sus demandas.

3.    Será el punto de concentración, mas no el punto de apropiación, las manifestaciones tienen que prosperar, una manifestación que se mantiene estática en un mismo punto empieza a perder credibilidad por falta de argumentos. El lugar de la manifestación siempre debe variar.

4.    Entiéndase que manifestarse en un mismo espacio no genera buenos resultados, pero si no se entiende esto, queda prohibido colocarse en las áreas verdes de los espacios públicos, queda terminalmente prohibido ocupar jardines y hacer uso de árboles para colocar campamentos provisionales. Los elementos verdes son vida, manifestantes, pido especial favor en no utilizar estos espacios para hacer sus necesidades fisiológicas.

5.    El pavimento existente de los espacios públicos por lo regular está hecho para resistir un tráfico pesado, pero por favor manifestantes en plantón, no abusen en el tiempo en colocarse sobre el mismo espacio, tengan la bondad de rotar.

6.    El espacio público es para diferentes usos, uno de ellos consiste en actividades al aire libre, aprovechen que están ahí para realizarlas, recuerden que mientras ustedes ocupan ese espacio que es de todos, otros tienen que buscar a donde ir a realizar estas actividades, por lo tanto aunque sea sólo para eso aprovéchenlo.

7.    Con el simple hecho de que estén ocupando un espacio público por un tiempo considerable damos por entendido que se están manifestando, por lo cual eviten poner mantas, lonas o letreros con textos carentes de argumentos. Recuerden que buscamos también reducir al mínimo la contaminación visual.

8.    Ya que estamos en el tema del campamento, sugiero un rol para limpiar o mandar a lavar las casas de campaña improvisadas, con este pequeño detalle aunque sea mínimamente los vecinos al plantón se lo agradecerán.

9.    Por lo regular la manifestación es contra autoridades gubernamentales, nada tienen que ver los vecinos del espacio público, ante todo, respeto a ellos, que gracias a su tolerancia, el movimiento que defienden se mantiene.

10.  Todos tenemos derecho al espacio público, por ello queda prohibido apropiarse de su totalidad para manifestaciones sociales, la superficie máxima a ocupar podrá ser del 50% de la totalidad del espacio.

11.  Tendrán que establecer mecanismos para el tratamiento de residuos sólidos, al permanecer por mucho tiempo en este espacio la autoridad de la ciudad no tiene la obligación de brindarles el servicio de recolección de basura, ya que están usurpando un espacio que no les corresponde para esa actividad.

12.  Toda destrucción total o parcial del espacio público, su mobiliario y ornamento, durante la ocupación continua del espacio público será derivada en sanciones al grupo manifestante que lo ocupa solicitando su reparación.

¿Qué pasaría si una manifestación decidiera ocupar Central Park en Nueva York o Hyde Park en Londres? ¿Se imaginan una manifestación ocupando el bosque de Chapultepec? Yo no lo imagino y prefiero no imaginarme como sería. El espacio público es también ante todo, espacio de uso colectivo, libre y diverso.

El espacio público agrega calidad a su entorno construido y lo valoriza, este se define por el acceso, por la función y por el fin. El espacio público debe continuar como tal, al igual que las manifestaciones sociales tienen que seguir y estas se tienen que reinventar, por más razón que tenga la protesta social, esta no debe ocupar el espacio público para apropiárselo por largos periodos de tiempo, dicho espacio siempre estará disponible para las manifestaciones, pero reclama su derecho de colectividad, libertad e identidad; hay que recordar que es el único lugar que tenemos en nuestras ciudades en donde todos somos libres e iguales.

El espacio público marca los límites de la idea de ciudad. Donde no lo hay puede hablarse de urbanización pero difícilmente de ciudad.

 

Textos consultados:

A favor del espacio público. Josep Ramoneda

El espacio público. Test de la ciudad democrática. Jordi Borja

Ley Reguladora del uso cívico de los espacios públicos. Ayuntamiento de Palma, España

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Las ciudades y Chiapas


El Desarrollo Urbano es una forma estupenda de combatir la miseria rural. Porque la ciudad es el lugar posible por excelencia de todas las utopías.

Es claro que en todo el mundo se registra una creciente urbanización de la población, de esa forma también es claro que los recién llegados a nuestras ciudades se ven marginalizados tanto en el aspecto territorial como en el social. La mayoría de estas personas solamente encuentra un espacio para instalarse en barrios pobres situados en la periferia, en donde existen altos índices de desempleo y miseria social, y quienes tienen acceso a un trabajo se ven obligados a recorrer todos los días largas distancias para llegar a sus puestos de trabajo.

Nuestras ciudades al igual que la gran mayoría del país ha crecido de forma descontrolada devorando el paisaje, por consecuente son difíciles de administrar y en el mayor de los casos se hace imposible prestar los servicios municipales básicos. Asimismo, como una constante en el territorio estatal, surgen asentamientos irregulares en zonas de riesgo no aptas para vivir, como márgenes de ríos o laderas.

Posiblemente las herramientas que posee la planeación urbana no han podido frenar el rápido surgimiento de asentamientos irregulares. De la misma forma, los programas estatales y municipales (si existen) no han logrado generar a corto plazo una oferta suficiente de superficie habitable. En nuestras ciudades existen extensas áreas internas con gran potencial de desarrollo, áreas urbanas que hoy en día son consideradas deterioradas y que raramente tenemos en cuenta como posibles zonas de construcción de vivienda de interés social. A primera vista, el desarrollo adecuado de esas zonas internas parece ser más complejo y costoso que la urbanización de zonas rurales. Sin embargo, se ha demostrado que a largo plazo es más económico para una ciudad el desarrollo de sus zonas internas.

Busquemos un proceso de revitalización, es posible mejorar la calidad del medio ambiente en nuestro estado considerando su gran biodiversidad consolidando nuestros núcleos urbanos, si se planifica e implementa un uso urbano mixto de manera adecuada, se puede generar una estructura demográfica basada en la mezcla social. Sabemos que la mezcla de vivienda, trabajo y comercio a pequeña escala recorta caminos y reduce el volumen de tráfico. De esta manera se mejora la calidad de vida y la aceptación entre la población.

Para fortalecer el desarrollo urbano interno de nuestras ciudades es necesario que una variedad de actores de diversa naturaleza participen en el proceso de planeación. Los procesos de revitalización sostenible sólo se ponen en marcha cuando todos los actores implicados logran acuerdos en cuanto a un objetivo común de desarrollo. En estos procesos, los municipios tienen que asumir importantes funciones, entre otras la de coordinador.

Chiapas tiene 122 municipios y nuestra población representa el 4.3% del total de país. Si consideramos a todos los centros de población del estado, urbanos, podemos decir que tenemos una distribución del 49% urbana y 51% rural de la población, en el entendido que a nivel nacional la brecha se marca aún más con un 78% urbano contra un 22% rural. Sin embargo, si nosotros tomamos únicamente a los centros de población mayores a 15 mil habitantes como urbanos podremos constatar que la brecha entre rural y urbano se hace más amplia solo con un 33.12% de la población total del estado viviendo en ciudades.

Nuestra escolaridad tiene un promedio de 6.7 años de estudio contra un 8.6 que es el promedio nacional, al igual que mientras en el país 6 de cada 100 hablan una lengua indígena, en nuestro estado 27 de cada 100 la hablan.

El estado de Chiapas aporta el 1.6% al PIB Nacional, pero si tomamos en cuenta la explotación a nuestros recursos naturales, ese porcentaje se multiplicaría en una gran cantidad.

En Chiapas hay 4,796,580 personas, y esto nos dice que el estado se ha mantenido en un crecimiento promedio anual de 2% en el periodo 2000-2010. Desde 1985, nuestra población a mantenido una tendencia creciente, los únicos años en los que hubo una excepción fue de 1910 a 1921 en donde nuestra población disminuyó.

En nuestro estado existen 4 ciudades que concentran una población mayor a cien mil habitantes y existen 26 ciudades que concentran una población mayor a 15 mil habitantes, tan sólo la capital de nuestro estado alberga al 11.19% de la población total de la entidad.

Tuxtla Gutiérrez se ha impuesto como la ciudad más importante de Chiapas, no solo desde el punto de vista económico, sino también demográfico, la expansión urbana que le conocemos con todos y sus problemas, ha sido sin lugar a dudas vertiginosa y diversa, desde el año de 1960 su población se ha multiplicado por más de diez veces.

Actualmente tenemos que ver a nuestra capital como una zona metropolitana en la que se encuentran Ocozocoautla de Espinosa, Berriozabal, Suchiapa y Chiapa de Corzo. ¿Tuxtla Gutiérrez tiene que seguir con su crecimiento vertiginoso o debe consolidarse con lo que tiene? Posiblemente sea Chiapa de Corzo desde el punto de vista geográfico quien deba comenzar a crecer para ayudar en el crecimiento urbano de Tuxtla Gutiérrez, entendamos crecimiento urbano a consolidarse de forma compacta y humana. Chiapa de Corzo está experimentando la tasa de crecimiento medio anual más alta del estado con un 4.86, lo cual nos indica que la gente quiere vivir más cerca de la capital, pero al mismo tiempo, el suelo urbano en Tuxtla se hace mas inaccesible y por ello los futuros residentes buscan asentarse cerca aunque sea en otra ciudad. Es una gran oportunidad que tenemos para fortalecer los municipios urbanos. Sucederá en su momento con Berriozabal y Ocozocoautla que tienen la ventaja del clima que predomina la mayoría del año y muchas veces es ventajoso con respecto al que sucede en la capital. Suchiapa no se quedará atrás, la cercanía con el aeropuerto internacional y ser el paso hacia la capital y por consecuente al resto del país de toda la producción proveniente de la frailesca será su fortalece y aún más porque en el último programa federal de infraestructura se hizo público la construcción de su autopista. Es así que tenemos que entender a la capital y a los municipios antes mencionados como una zona metropolitana con alto potencial de crecimiento.

Por otra parte hay que voltear a ver el gran potencial que existe en nuestra costa, particularmente lo que sucede en el soconusco y su mayor ciudad que es Tapachula, los factores que ocurren en esta ciudad no son los mismos que ocurren en Tuxtla, Comitán o San Cristóbal de las Casas, por citar algunos.

El tema de la frontera sur es delicado, por ella pasan armas, drogas, mercancía ilícita y la trata de personas es el día a día.

¿Cuántas personas pasan por Chiapas procedentes de Centroamérica y cuantas se quedan realmente en Chiapas? Sucede que hay falta de oportunidades, no hay empleos, no hay motivos reales para quedarse en estas ciudades y la gente que llega buscando un poco de mejoría no la encuentra. Recordemos que las ciudades no hacen pobre a la gente, las ciudades atraen a la gente pobre. La apuesta de nuestras ciudades debe estar en diversificar su economía para aumentar sus ingresos, es por ello que Tapachula se debe consolidar como una ciudad portuaria, aprender de casos de éxito a nivel mundial como lo son Singapur o Dubai, solo por mencionar un par de casos, su fortaleza debe radicar en la correcta explotación de su puerto, de su frontera con Centroamérica, de su pluralidad en transportes como el aeropuerto, una red carretera y las vías férreas. Tapachula puede competir de forma eficaz por el comercio internacional ofreciendo infraestructuras modernas y de calidad e instituciones que favorecen el asentamiento de las empresas ¿Por qué no pensar que Tapachula puede ser una zona franca que atraiga empresas liberándolas de la carga que suponen tanto los impuestos como la regulación? Por añadidura de lograr a cabo una ambiciosa reestructuración urbana en Tapachula se incluiría a Huixtla, Cacahoatán y Pijijiapan como beneficiados y potenciales receptores de desarrollo urbano en la zona del soconusco.

San Cristóbal de las Casas es el mejor ejemplo de la diversidad cultural que existe en nuestro estado, es el punto de encuentro de la gran mayoría de nuestras etnias, tradiciones e incluso religiones, es el punto donde converge la pluralidad y riqueza de Chiapas que es su gente. Esta ciudad es referente turístico a nivel internacional y por ello se debe fortalecer esta industria sin chimenea. Tiene una tasa de crecimiento de 4.33, la segunda más alta del estado, lo cual nos dice que es una ciudad atractiva para vivir, mucha gente proveniente de demás pueblos de los altos de Chiapas quieren vivir en esta ciudad y por ello hay que fortalecerla. Sin lugar a dudas esta ciudad no tiene extensiones territoriales para donde crecer de forma urbana, habrá que ver si alguna población vecina estaría dispuesta a ser receptora de gente y con ello recibir desarrollo urbano. Es posible que si lo haya y Teopisca puede ser una opción.

Comitán de Domínguez fue en el siglo XIX, la ciudad más poblada hasta principios de 1900. Su economía fortalecida en el comercio local y su situación geográfica estratégica capaz de captar amplios volúmenes de turismo por la cercanía de atractivos naturales e históricos y su cercanía con la frontera con Guatemala ponen en claro su alto potencial en el desarrollo urbano. Comitán como centro urbano y económico ha variado a lo largo de los últimos cinco siglos, sin embargo no ha conocido altibajos tan pronunciados como otras ciudades en el estado. La ciudad asentada en un inmenso valle da la oportunidad perfecta para planear una gran ciudad futura y consolidar su núcleo compacto y denso. Con atributos especiales y únicos en el estado, un clima privilegiado y dotado de recursos naturales puede considerarse la ciudad capaz de captar el mayor flujo de desarrollo urbano en el estado y ofrecer un ejemplo en calidad de vida.

Palenque, Ocosingo, Arriaga, Tonalá, Cintalapa, por mencionar ciudades mayores a 15 mil habitantes deberán fortalecer su desarrollo urbano para ser capaces de recibir a la población de los municipios vecinos y tener posibilidades de ofrecer calidad de vida.

Tal y como mencionó Juan Pedro Viqueira en su momento, la urbanización tardía e insuficiente de Chiapas no solamente ha privado a la población de muchos servicios que sólo las ciudades pueden ofrecer, gracias a las economías de escala que éstas permiten, sino que se ha traducido en una creciente demanda de tierras por parte de los campesinos, demanda que ha resultado imposible de satisfacer en un contexto de alto crecimiento demográfico. Ninguna de nuestras ciudades ha logrado imponerse de manera duradera como polo de atracción de la población y como centro rector de la actividad económica del estado.

La cuestión decisiva es saber si cuando Chiapas se desarrolle, se convertirá en un estado de conductores suburbanos o de usuarios urbanos de transporte público.

En este afán de consolidar el desarrollo urbano de nuestras ciudades y considerando la economía del estado es claro que hay que optar por los principios básicos que en su momento marcó Jan Gehl: caminar, porque cada viaje comienza y termina caminando, las ciudades más competitivas del mundo cuentan con espacios peatonales de calidad. Movernos con energía propia, existen vehículos no motores que en nuestro estado son muy utilizados como la bicicleta, es un transporte saludable y requiere de menos espacio y recurso, hay que también optar por el transporte público. Fortalecer la cultura local, nuestros entornos históricos y culturales contribuyen de manera significativa a generar lugares con identidad única. Crear ciudades más humanas, es este el momento. Debemos consolidarnos como ciudadanos capaces de buscar el bien común para nuestra ciudad. Diversifiquemos nuestros usos de suelo en zonas urbanas, atrevámonos al uso de suelo mixto, densifiquemos y tratemos de ser lo menos espectaculares en edificación y que en realidad nuestras obras duren y perduren.

Solo las ciudades que ofrezcan una calidad de vida que atraiga y retenga a los grupos profesionales más capacitados podrán ser competitivas.

Esta es una breve descripción de nuestras principales ciudades mayores a cien mil habitantes, es por ello que deben de verse con una óptica diferente al promedio nacional, nuestros problemas son diferentes y en Chiapas siguen predominando las actividades rurales, eso es un hecho. Es claro que los problemas en el campo no se resuelven ni se resolverán en el campo, la gente emigra en busca de oportunidades, las cuales solo las encontrará en las ciudades. Redensificar nuestras ciudades tal y como se plantea en las nuevas políticas públicas requerirá de vivienda urbana accesible, debemos de entender que edificar es una consecuencia del éxito, no su causa, por ello mismo las actuales autoridades de los tres órdenes de gobierno deben ver a la planeación como una aliada, y deben de ver al municipio como un ente que perdurará más de tres años de gobierno y que las decisiones que se tomen en este momento influirán a las futuras generaciones. Es nuestra oportunidad histórica de fortalecer nuestras ciudades, aún cuando estas tengan un precario desarrollo.

Por las condiciones particulares de Chiapas, se debe considerar que nuestro estado tenga su propio estatuto de ciudades el cual deberá ir alineado a las políticas nacionales con las especificaciones que sean consideradas para nuestra región.

domingo, 26 de mayo de 2013

Esa ciudad que no se pensó.


Maringa, Brasil
Foto: skyscrapercity.com
Las ciudades planeadas como las conocemos ahora tienen un claro inicio de sobrevivencia a partir de la finalización de la segunda guerra mundial, pues era la oportunidad perfecta para replantear el panorama, era un ambiente para pensar, soñar y crear.


Las condiciones existentes en ese entonces eran las piezas que hacían falta para planear una ciudad, no la ciudad como la que conocemos ahora, sino la ciudad como la que tendremos mañana.

La guerra terminó y esa ciudad no se pensó, por lo tanto, anarquía creo. Llego el siglo XXI y con ello el debate creció, no era correcto lo que estábamos haciendo y por ello una llamada de auxilio se lanzó, no fue a partir de la sociedad, no fue a partir de la naturaleza, curiosamente fue la misma ciudad que pidió su intervención. Muchos países tomaron cartas en el asunto; pero en un ambiente local nosotros no tomamos en cuenta esa llamada de auxilio, aunque tengamos Leyes y Reglamentos muy audaces siempre escucho decir que es más fácil quebrantarlas que hacerlas cumplir.

Creemos en la ironía de copiar el modelo de ciudades privilegiando el uso del automóvil, creando casas, pero no ciudades; seguimos en el entendido de que un automóvil es mayor referencia de plusvalía que una maestría.

Estamos en un país donde tres cuartas partes de la población ya viven en zonas urbanas, hemos manifestado que la gente ya no quiere trabajar el campo, probablemente la migración rural hacia las ciudades sea una condición social donde irónicamente buscan la calidad de vida, una calidad que difícilmente encontrarán dado que en México la movilidad social es casi nula, hay cifras alarmantes donde nos dicen que 48 de cada 100 mexicanos que nacieron en pobreza morirán igual, en nuestro país aún vivimos en el entendido que si naces pobre, te quedas pobre y si naces rico, te quedas rico.

¿Qué es realmente lo que necesitamos?

Parece una pregunta difícil de responder, quizás tenga muchas vertientes, pero realmente es fácil a mi juicio su respuesta; el primer paso es sin lugar a dudas llegar a un acuerdo en los tres niveles de gobierno, tiene que haber una mesa para tres: municipio, estado y federación; es erróneo pensar que todo es responsabilidad del municipio, todos sabemos que fracasó el modelo de llevar la ciudad a las periferias, de sacar a los habitantes de sus ciudades, es falso pensar que hay escasez de superficies urbanas, cuando realmente lo que hay son superficies casi inaccesibles y con poca o nula infraestructura de servicios públicos, es una obligación de los tres niveles arriba mencionados regular el suelo evitando su especulación, es por ello que necesitamos y lo repito, necesitamos urgentemente suelo urbano y el único que puede dotar a la ciudad de este suelo en la actualidad es la fusión entre el estado y la federación.

Pasaré a una segunda parte, donde la ciudad necesita emplear a sus jóvenes, pero no sólo de emplearlos simplemente, sino de darles un buen empleo y formal, no sólo de manera económica sino con seguridad social, es preocupante que hoy en día sólo 30% de los egresados en licenciatura tiene posibilidades de encontrar trabajo profesional, y sólo el 58% de egresados de una maestría esta misma condición. Posiblemente esta situación no sea considerada del todo urbana, pero dependen mucho las ventajas competitivas para el futuro económico de nuestras ciudades.

Es una obligación gubernamental reducir la pobreza, pero ojo, esto no significa regalar mediante programas sociales, significa generar elementos de competitividad que puedan dotar de herramientas para garantizar como mínimo la seguridad alimentaria.

Tercera parte. Ser sustentable es nuestra capacidad de perdurar en el tiempo, una cosa es desarrollo y otra cosa es sustentable, difícilmente en nuestras condiciones irán de la mano, aún cuando esto es una obligación.

Hace cuatro años las ciudades ocupaban solamente 0.6% del territorio nacional, sin embargo esta expansión en los últimos 30 años se dio a una taza de 7.4% anual, mientras que la población total y urbana crecían en tasas de 1.7% y 2,7% anual respectivamente, es decir, que con nuestro modelo expansionista de ciudad mientras la población crece 1, las ciudades crecen 3 o incluso un poco más.

Cuarta parte. El estado también tiene que hacerse responsable. Es muy cómoda la postura del estado, vigila, autoriza y cosecha políticamente, difícilmente el estado será enjuiciado. Los proyectos que se realicen deben de ser de IMPACTO, tienen que ser RENTABLES para poder GENERAR EMPLEOS y tener la condición de SUSTENTABLES. Este es trabajo del estado, así que no la tienen tan fácil como realmente piensan. El poder económico del estado se debe traducir en el poder de una correcta urbanización.

La urbanización no debe beneficiar exclusivamente a los desarrolladores de vivienda, debe beneficiar a la población, es una demanda hacer ciudades ya no solamente viviendas. Aquí inscribo la propuesta de crear un impuesto progresivo a la tierra y/o edificios vacantes, esto para zonas prioritarias a desarrollar, si tienes un suelo urbano o con esa cualidad ya no puedes especular y si lo haces tienes que pagar más, esto es justo. Incluir zonas de protección ambiental y zonas de estructura y cualificación urbana dentro de los programas de desarrollo urbano debe ser una prioridad.

Quinta parte. Fomentar la creación e instrumentación de soluciones realmente novedosas y que puedan ser aplicables a la realidad especifica de las ciudades, atrayendo actores e inversiones que hasta el momento no existen o están escondidas en el momento de crear políticas públicas, programas y proyectos de índole urbana.

Gran parte de los problemas que inician en el campo nacen por una mala planeación urbana y por el insignificante desarrollo de nuestras ciudades, por más reformas agrarias que existan mientras no se lleve a cabo una real reforma urbana los problemas rurales no se resolverán y las ciudades seguirán como esa ciudad que no se pensó.