Imagen: A.D.
Faltaba
una semana para que terminara el mes de junio de ese año 2012, un año tan
mencionado, anhelado por unos, desatinado para otros. El tema del momento eran
las elecciones, faltaba una semana para ese día, teníamos que elegir Presidente
de la República, Gobernador, Senadores, Diputados, Presidente Municipal y
demás, algo fastidioso, aburrido y por demás estresante, todo mundo solo
hablaba de eso.
La
temporada de lluvias ya se había hecho presente, la institución encargada del
tema había mencionado con anticipación que el año sería muy lluvioso, la prevención no se hizo esperar, los organismos responsables
habían hecho todo lo posible, desazolve de ríos, obras de mitigación, bordos,
prevención en asentamientos humanos irregulares, inversiones millonarias para
prevenir desastres en la zona urbana, un sistema de drenaje pluvial que fue
anunciado con bombo y platillo, todo estaba listo ya.
Llevábamos
una semana sin lluvia, todos los días se escuchaban relámpagos dentro de una
nubosidad que cubría la ciudad, pero, no
había lluvia. Llego ese día, era esa tarde en la que sabias que llovería, pero
no te imaginabas que tan intenso sería, el pronóstico del clima marcaba lluvias
fuertes, pero no suponías que tanto. Llovió y llovió por más de 6 horas, paso
de fuerte a intenso hasta llegar a torrenciales, las alarmas de los ríos que
recorren la zona urbana habían sido activadas, era momento de evacuar, el “poti”
y el sabinal estaban en un nivel crítico, la lluvia no cesaba y estaban prontos
para rebalsar su capacidad. Había una esperanza, el sistema de drenaje pluvial,
pero sucedió lo inesperado, a parte de la fuerte lluvia, los fuertes vientos
habían arrancado ramas de los arboles, arrastrado escombro, e increíblemente las
coladeras que filtrarían el agua a este sistema de drenaje estaban tapadas por
propaganda partidista, si, aquella que estaba en postes de luz, teléfono,
luminarias y todos esos lugares prohibidos en el art 245 del Código de
Elecciones y Participación Ciudadana del Estado de Chiapas y para agravar la situación
debido a que esa propaganda convertida en basura no cumplía con la Norma
Mexicana NMX-E-232-CNCP-2005 era casi imposible su desintegración y ello no permitió
que el agua se desalojara e inundo varias vialidades aledañas a los ríos. La devastación
era grande, la lluvia había cesado, se empezaba a ver la magnitud del desastre.
El sistema de drenaje pluvial, simplemente no funciono, no porque fuera malo,
sino porque simplemente no trabajo debido a que el agua se quedo en la
superficie gracias a toda esa propaganda partidista de todos los colores.
El
daño era grave, viviendas dañadas, algunas con pérdida total en bienes muebles,
carros arrastrados por las corrientes, las aseguradoras no querían hacerse
responsables, todo era confusión, se había invertido tanto en prevención que
las autoridades no entendían como es que había sucedido ese desastre. Los equipos
de emergencia no se daban abasto, mientras que los funcionarios encargados de
informar lo sucedido y señalar que debido a las fuertes lluvias habían bajas se
miraban los unos a los otros para dar a conocer la noticia: Se desbordaron
todos los ríos y escurrimientos que cruzan la ciudad, tenemos reportes de 3
personas fallecidas, 25 heridos y 46 mil damnificados, la razón fue porque el
alcantarillado pluvial fue cubierto por material plástico proveniente de toda
la propaganda partidista que se encontraba en las calles.
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